«El proyecto se concibió resaltando la luz natural y el paisaje exterior.»

Proyecto realizado junto a nuestros partners Carlos Ferrater, Carlos Escura y Carlos Martín.

En una cultura mediterránea, en la que la vida al exterior nos resulta tan amable, establecer los límites del edifico más allá de sus paredes, mediante la integración del paisaje, ya sea natural o creado, nos interesa vivamente. Desde cualquier punto, tanto interior como exterior, se ha procurado que tengamos una vista sugerente, controlada, envolvente, buscando constantemente la ambigüedad entre interior y exterior.

Modificando la pendiente de terreno, se utilizó un estrato intermedio para apoyar la casa, creando un patio trasero encerrado por el muro de contención, realizado de mampostería, y la propia edificación. Este patio, resguardado de vientos y del sol poniente, sirve de conexión a todos los elementos del conjunto. Es el núcleo del proyecto. Un olivo centenario, símbolo mediterráneo, nos acerca a la Tierra.

El funcionamiento del edificio, dividido en dos bloques, el principal con las estancias básicas y el dormitorio de los padres y el menor, destinado a los hijos, favorece la constante relación interior/exterior. La fractura entre los bloques permite asomar el patio trasero al mar, enmarcado entre la ligera losa de los dos bloques, proporcionando una vista limitada hacia el mar.